Se suele decir que el amor no encuentra barreras sino maneras, y el como se descubrieron los guantes quirúrgicos lo demuestra. Su hallazgo fue motivado por el amor que sentía un médico estadounidense por una compañera enfermera que tuvo un brote de dermatitis.

William Halsted, era un médico estadounidense al que se considera como uno de los principales precursores de la cirugía moderna.

William defendía la asepsia en las salas de operación, aplicando anestesia con morfina y un líquido antiséptico. Un día, su ayudante de quirófano, Carolina Hampton, quedó incapacitada debido a que padecía una dermatitis, la cual aumentaba por estos antisépticos que se utilizaban antiguamente.

Esto hizo que Halsted pidiese a una conocida firma que fabricaba artículos de caucho y neumáticos para vehículos, que diseñaran unos guantes de goma, a partir del molde de las manos de Carolina. Poco después se casaron.

Este fue el inicio del uso de los guantes de goma. Siendo ya a finales del siglo XIX, su uso obligatorio para todos los médicos cirujanos y personal de enfermería.

En la actualidad estos guantes garantizan una elevada seguridad para el paciente y el cirujano.